Final felíz para la búsqueda de Maia: La nena fue encontrada en Luján junto a su captor, el cartonero, que quedó detenido
El hallazgo se produjo en Las Heras y Gamboa, de Luján, y, según las primeras informaciones policiales, la niña estaba junto al hombre que se la llevó, Carlos Savans.
«La ví físicamente bien», dijo el abogado de la familia, Rodolfo Baque, y señaló que la nena, que «estaba shoqueada», pudo hablar por telefono con su mamá.
«Le pregunté si estaba asustada y me dijo que no», continuó el abogado en declaraciones a la prensa.
Maia fue encontrada durante una búsqeuda de la que participaron más de mil efectivos de tres fuerzas de seguridad con motos, camionetas, helicópteros y perros rastreadores. Hubo rastrillajes de búsqueda casa por casa en barrios de la localidad bonaerense de La Reja, partido de Moreno, y en General Rodríguez,
La nena había sido vista por última vez el lunes en el barrio porteño de Villa Lugano, cuando un hombre identificado como Carlos Alberto Sierra o Carlos Alberto Savanz, se la llevó en bicicleta hacia la zona oeste del conurbano.
Finalmente, el cartonero que se fugó con la nena quedó detenido. Los vecinos de la Universidad de Luján alertaron a las fuerzas de seguridad sobre la presencia del sospechoso en la zona.
Elida, la abuela de Maia, confirmó que su nieta apareció en buen estado de salud, pero dijo temer que su captor la matara o lastimara.
Cerca de las 9, la abuela de la nena se hizo presente en el corte de la colectora de la autopista Dellepiane, que los vecinos mantienen desde hace tres días, y le dijo a la prensa «ya apareció, está bien, en el hospital, y el hombre ya está detenido».
«Está bien, no sé cómo la encontraron, pero ella apareció sonriendo. Vamos a esperarla acá, un millón de gracias a todos», dijo la mujer visiblemente emocionada y ante los gritos y aplausos de vecinos que la rodeaban.
Por otra parte, la mujer reflexionó sobre lo sucedido y dijo que Carlos Alberto Sierra «capaz que la llevó engañada, lo que se es que mi hija no la regaló».
«Yo creo que fue un chirlito de Dios para que mi hija se de cuenta y dejé esa porquería (por su adicción a las drogas). Sabés cuantas veces fuimos a buscar ayuda, pero nadie nos ayudó», añadió.
Y sobre ese punto, Elida confesó que ayer su hija le dijo «si aparece, voy a dejar la droga» y volvió a pedir que ayuden a su hija para superar los consumos problemáticos.
«Teníamos miedo de que la mate o la lastime, no encontrarla», afirmó Elida y luego agradeció toda la ayuda y el apoyo que recibió de los vecinos del barrio Cildañez y de los medios e comunicación.