Marcha en El Palomar: Patricia Bullrich denunció «mafias» e «intereses» detrás del cierre del Aeropuerto

Dirigentes de Juntos por el Cambio se pusieron al frente de los reclamos por el cierre del Aeropuerto de El Palomar, que desde el martes pasado volvió a ser sólo una Base de la Fuerza Aérea, como hasta el 2017. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, fue la única oradora política en el atardecer del jueves: «Las mafias cerraron Palomar para jorobar a la gente más humilde», sentenció.

«Este aeropuerto permitió volar a miles de personas por primera vez. No podemos entender que algo que anda bien, que daba trabajo, que empezaban a florecer los comercios, de golpe vienen y lo cierra. Por qué? porque hay mafias, intereses. Porque quieren que sólo vuele (Pablo) Biró y nadie más», apuntó la ex ministra de Seguridad, en alusión al secretario de APLA, quien el martes insistió en que «El Palomar es inseguro» y que «su cierre es de sentido común», al mismo tiempo que el gobierno trataba de esquivar las críticas al explicar que, en rigor, la Brigada Aérea continuará abierta.

Sin aerolíneas, por supuesto, no es lo mismo. Jetsmart y Flybondi, las dos «low cost» que llegaron con el gobierno de Mauricio Macri, salen ahora desde Ezeiza y cuando esté habilitado, lo harán desde el Aeroparque Metropolitano, donde el gobierno de Alberto Fernández no escatimó en gastos a la ahora de permitirle aterrizar un nuevo avión a la aerolínea de bandera.

En la semana, el gobernador, Axel Kicillof, tomó partido, al sostener que durante el gobierno anterior «la política aerocomercial consistió en deteriorar mucho la posición de Aerolíneas en favor de una política de negocios privados, no de cielos abiertos». Esos negocios, en todo caso, contúan.

Las aerolíneas low cost no se vinieron abajo, como presagiaba el colectivo «Stop Flybondi», sino que negociaron una salida, para evitar tener que dejar el país. Son sólo 5 las líneas de cabotaje, desde que AA absorbió Austral en octubre. Irónicamente, esta semana Flybondi anunció que en enero sumará una ruta a El Calafate; y, Jetsmart, que pasará a contar con ocho frecuencias a Barilloche.

La ecuación no es la misma. Aún con tasas (por ahora) subsidiadas, los valores de las «low cost» se acercaron a los de Aerolíneas, la más cara de todas.

«Hoy un UBER de Buenos Aires a Ezeiza sale $1200. Lo mismo que salía un pasaje de Flybondi a Bariloche», recordó Bullrich. Hoy, sacar un pasaje a Bariloche para este sábado cuesta, con Jetsmart, $13200; y, con Aerolíneas, $15400.

“El cierre de El Palomar es un retroceso que nos indigna porque genera más desempleo y debilita el federalismo por la pérdida de conectividad entre las provincias argentinas. Con la destrucción de las obras de la anterior gestión el gobierno kirchnerista lo único que hace es perjudicar a la sociedad por el solo hecho de instalar un relato revanchista y odioso”, sostuvo Cristian Ritondo, uno de los diputados que acompañó la marcha de ayer, junto a María Luján Rey, Waldo Wolff; los diputados provinciales Alex Campbell, Carolina Píparo, Néstor Resico y María Eugenia Brizzi (todos PRO) y concejales y dirigentes de JxC de Morón, Ituzaingó, Tres de Febrero y Hurlingham.